LECTURAS:
1ª. Isaías 66, 18-21.
Salmo. Sal 116, 1. 2.
2ª. Carta a los Hebreos 12, 5-7. 11-13.
Evangelio. San Lucas 13, 22-30.
¿QUIÉN PUEDE SALVARSE?
El evangelista comienza recordando que Jesús sigue de viaje hacia Jerusalén y en la instrucción a las gentes, toca hoy la gran pregunta: ¿Quién puede salvarse? Podíamos decir que nadie, porque no nos salvamos por nuestras propias fuerzas, es Cristo quien nos salva y nosotros nos hemos incorporado a la salvación de Cristo en el bautismo. Todos estamos llamados a la salvación, porque Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Pero tenemos que hacer nuestra la salvación de Cristo, tenemos que ir al encuentro con Cristo, pues sólo por medio de Cristo Jesús, el Señor, se consigue la salvación, todos entran en la vida definitiva por Él. Por ello nuestro compromiso bautismal es seguir a Cristo, pero seguir a Cristo es seguirle hacia Jerusalén, hacia la Cruz. Esa es la puerta estrecha.