Queridos feligreses de Sobradiel, os pongo aquí, por escrito la alocución que os trasmitió, por los altavoces del pueblo, nuestro ayuntamiento:
25. ABRIL. 2020 SAN MARCOS SOBRADIEL
Queridos feligreses.
En primer lugar, quiero agradecer a nuestro ayuntamiento que me haya permitido dirigiros estas palabras en este día grande para nuestro pueblo, para así poder, como vuestro pastor, dirigirme a vosotros, ovejas del rebaño de Cristo.
Como os decía, hoy es un día grande para nuestro pueblo de Sobradiel, pues celebramos a uno de nuestros santos patrones, a san Marcos evangelista; sin embargo, este año lo vamos a celebrar con tristeza, con el dolor de vernos confinados en nuestras casas, afrontando la pandemia que nos está azotando a todos, cuando hoy teníamos que estar en la ermita celebrando la Eucaristía y después almorzar todos juntos en un ambiente de fraternidad de gozo y de alegría, compartiendo, así, la mesa eucarística y la mesa terrenal para sentirnos una comunidad, un pueblo que reza unido, que camina unido, que disfruta unido aunque este año nos veamos privados de todo esto, nos encontremos aislados, sin poder comunicarnos con nadie. Pero hay algo que tenemos que pensar en las actuales circunstancias, que, por encima de todo, somos de Sobradiel y dejad que me incluya aquí yo también pues, aunque, en este momento os hablo como vuestro párroco, no olvidéis que soy el hijo de Carmen Genzor y, por tanto, me considero uno más de Sobradiel. Por eso, repito, somos de Sobradiel y tenemos que serlo, no solo unidos en las alegrías, en los momentos de gozo y felicidad, sino también en los momentos duros, unidos en el dolor y en el sufrimiento, por eso en esta situación dolorosa y difícil que estamos padeciendo tenemos que tener claro que no estamos solos, que también hoy vamos a almorzar, cada uno en nuestras casas, pero unidos, unidos por tantas cosas que nos constituyen como una auténtica comunidad, comunidad reunida en torno a nuestros santos patronos, san Marcos evangelista y san Antonio de Padua y, alrededor de nuestros patronos, buscamos hoy, en esta fiesta de san Marcos, nuestras propias raíces, pues esta celebración ya la hacían nuestros padres, nuestros abuelos…, nuestros antepasados y son estas tradiciones las que nos unen, las que nos constituyen un pueblo unido y reunido por la fe, pues, como os he dicho muchas veces, Sobradiel es un pueblo de fe, un pueblo creyente del que podíamos decir las palabras de un poema de un autor castellano (José María Gabriel y Galán):
Yo he nacido en esos llanos
de la ribera del Ebro,
cuando había unos cristianos
que vivían como hermanos
en república cristiana.
Me enseñaron a rezar,
enseñáronme a sentir
y me enseñaron a amar;
y como amar es sufrir,
también aprendí a llorar.
Por eso hoy nos dirigimos a san Marcos pidiéndole que de verdad sigamos siendo “una república cristiana”, sabiendo que este sentimiento de fe y de fraternidad nos mantiene unidos, a pesar del sufrimiento, a pesar de las lágrimas que, indudablemente, derramaremos en el recuerdo de otros años, pero no olvidemos que este llanto es, como decía este poema, hijo del amor: “como amar es sufrir, también aprendí a llorar”. Por eso, a pesar de la tristeza y de la soledad, debemos estar alegres porque, un año más, san Marcos nos recuerda que todos somos hermanos que debemos estar unidos por vínculos de amor, porque todos somos de Sobradiel, no solo los nacidos aquí, sino todos los que por los vínculos que sean, nos sentimos unidos a esta comunidad, porque todos vivimos una misma fe, una fe que mantenemos viva por la poderosa intercesión del evangelista san Marcos y de san Antonio de Padua.
Y, así, unidos en la fe con toda la Iglesia, vamos a pedir este año, de una manera especial a nuestro patrón san Marcos que interceda ante el Señor Resucitado, para que nos libre de esta pandemia que está azotando a la humanidad entera, vamos a pedir también por todos los contagiados, especialmente por aquellos que se debaten entre la vida y la muerte y pidamos también por todos los que han muerto por causa del virus y por todos los difuntos de nuestro pueblo de Sobradiel, por aquellos que nos precedieron con el signo de la fe y duermen ya el sueño de la paz.
Amigos de Sobradiel, que nos volvamos a reunir con gozo y con alegría el próximo 12 de junio en la ermita cantando con ilusión y alegría el canto de los pajaritos a San Antonio.